Problemas ambientales: 2 soluciones de Social Solver 🌊

Problemas ambientales: 2 soluciones de Social Solver

Social Solver es una realidad y funciona. Los primeros desafíos que lanzamos el pasado junio de 2021, cuyo objetivo era poner fin a problemas ambientales con propósitos sociales reales, ya tienen solución y se está iniciando el desarrollo de su implementación.  Presentamos a los dos primeros ganadores de los desafíos de Social Solver y las soluciones que han desarrollado.

Este nuevo ecosistema nace en 2021 de una alianza promovida por Ennomotive y la ONG Ayuda en Acción, a raíz de la colaboración de ambas en el desarrollo del respirador de emergencia Oxyvita para combatir el COVID 19. Su principal objetivo es contribuir a la resolución de los grandes desafíos sociales de las comunidades más vulnerables, como Latinoamérica, África y Asia, a través de la innovación abierta, la tecnología compartida y la aportación del mejor talento tecnológico a nivel mundial. Social Solver está dirigido a todos aquellos con conocimientos técnicos capaces de proponer soluciones, desde estudiantes a profesionales del sector; y también a todas aquellas empresas u organizaciones que quieran apoyar los proyectos como promotores.

Conservación de Pescado: Cadena de Frío y Otras Soluciones

El primer desafío surge durante el desarrollo de un proyecto de Ayuda en Acción en Honduras, en una comunidad nativa formada por 7 municipios del territorio MAMUGAH, con condiciones muy precarias y en la que la pesca supone la mayor fuente de ingresos. AeA ha logrado financiación, por parte de una empresa privada, para invertir en la planta procesadora de mariscos del municipio de Santa Fe, con lo que será posible exportar el pescado al mercado internacional. A pesar de este importante logro, sigue existiendo un problema, y es que los pescadores locales practican la pesca artesanal, y no están lo suficientemente equipados con sus barcas para poder mantener el pescado fresco hasta llegar a la planta procesadora. 

Es aquí donde interviene Social Solver. El objetivo de este desafío que lanzamos consistía en diseñar un sistema de conservación de la calidad del pescado desde la captura hasta la planta de procesado, para conseguir la exportación de al menos 6 especies distintas:

• Pescado rojo
• Langosta
• Medusa
• Pepino de mar
• Camarón
• King krab

Y eso es lo que ha conseguido Karl Grimsehl, ingeniero mecánico de Sudáfrica con más de 12 años de experiencia en Diseño, Ingeniería Biomédica y Tecnologías Verdes. Él defiende que la forma más fácil de mantener fresco el pescado es mantenerlo vivo y para ello ha diseñado un tanque de agua de recirculación, un sistema que consiste en la incorporación de un recipiente lleno de agua de mar a los barcos de los pescadores donde poder depositar el pescado. Este contenedor está conectado a una bomba de suministro que lo abastece con agua de mar fresca, y que a través de una salida vierte el agua gastada al océano. 

Karl es consciente de que las soluciones europeas o americanas a ciertos problemas ambientales no siempre funcionan en los países en desarrollo, ya que allí las limitaciones son diferentes, las cosas funcionan de forma distinta y puede que haya que hacer, como él mismo dice, un poco más de "MacGyvering". Y es que eso fue lo que le motivó a participar en el reto, el poder aprovechar su experiencia sudafricana y aportar una perspectiva diferente al problema. 

Prototipo de la solución

Actualmente, Ayuda en Acción ya está trabajando en el plan de implementación del proyecto. Se ha compartido la idea con los pescadores locales, y tras estos evaluar la viabilidad del concepto, se ha construido un prototipo para colocarlo en una de las barcas de pesca y probarlo durante unas semanas. 

Prototipo de la solución

Recogida de Plásticos Marítimos en México

El segundo reto que ha lanzado Social Solver proviene del Parque Nacional de Chacahua, en Oaxaca, México, donde varias comunidades, empobrecidas y marginadas, que viven en las riberas de los ríos locales, no cuentan con servicio público de recolección de residuos sólidos y acostumbran a tirar la basura al río o quemarla al lado de sus viviendas.  

El objetivo de este desafío consistía en el desarrollo e implementación de un sistema de recogida de plásticos en el agua, y su posterior separación y transporte, que sea energéticamente eficiente, para contribuir en la reducción de contaminantes depositados en la laguna de Chacahua. Y además, un sistema de fomento de buenas prácticas para la reducción de malos hábitos contaminantes, ayudado por un sistema de gestión de los residuos con la separación y recolección de la basura, que ayude a paliar la insuficiente infraestructura actual de la zona.

La solución ganadora la ha desarrollado Piotr Januszkiewicz, ingeniero eléctrico de Polonia con más de 25 años de experiencia en la industria de bienes de consumo. Su diseño trata de convertir el plástico en combustible líquido, y para lograrlo se empleará el craqueo térmico, que tan solo con energía térmica y electricidad para impulsar algunos motores y bombas, convierte el plástico en vapor. Este vapor después de condensarse forma combustible líquido, gases y coque. El craqueo térmico de los residuos plásticos se basa en la economía circular, sostenible y con beneficio para todas las partes. Se genera una demanda de plástico de desecho, que fomenta su recolección y deja de extenderse en el medio natural.

De esta manera también se logra involucrar a la comunidad en la recogida de residuos plásticos, ya que a cambio de que entreguen el plástico recolectado en las instalaciones, se les entregará el combustible ya transformado, y el resto del combustible generado se venderá con un precio inferior. 

Este proyecto todavía no cuenta con la financiación necesaria para desarrollar un proyecto piloto y poner a prueba esta genial solución para el problema que amenaza a Oaxaca, el estado con mayor biodiversidad de México.

Estos dos proyectos son tan solo el principio, y una muestra de lo que la cooperación tecnológica puede hacer por mejorar el mundo y resolver los problemas ambientales. Para poder involucrarnos en nuevos retos y seguir ayudando a solucionar los problemas de aquellas comunidades más desfavorecidas y necesitadas, es necesaria la colaboración intelectual así como también la colaboración financiera, para que todas las ideas, vengan de la parte del mundo que vengan, puedan llegar a convertirse en una realidad mejor. 

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